Principios educativos

Nos fundamentamos en la educación viva y respetuosa que sigue los siguientes principios:

Las relaciones humanas desde una mirada amorosa y sistémica

Las personas crecen y aprenden gracias a las relaciones con los demás.  Cuidar el desarrollo de un niño o niña y acompañarlos en su proceso de crecimiento significa generar relaciones basadas en el amor y el respeto mutuo para crear un ambiente seguro y relajado.

La escucha

La escucha entendida como actitud ante la vida. Escucha de uno mismo, de los demás, de nuestro entorno y de los procesos y conexiones que ocurren en las interacciones. Escucha atenta y respetuosa de la infancia y su cultura para generar espacios y relaciones enriquecedoras. Escucha con todos los sentidos.

La autonomía y la relación

La interacción con el entorno y con los otros parte de una necesidad interna de jugar, de descubrir, de convivir y de comunicarse. Los espacios educativos han de invitar a la autonomía para regular los propios procesos motrices, emocionales, sociales y cognitivos.

El aprendizaje vivencial y activo

El aprendizaje que parte de la propia persona implica descubrir, tocar, sentir y explorar el entorno natural y social. A partir de esta vivencia los niños y niñas son capaces de experimentar profundamente la realidad y edificar un pensamiento creativo y propio.

El desarrollo de la percepción y la educación emocional

La convivencia y el crecimiento humano se basan en la capacidad de percibir las necesidades internas y las de los otros. El acompañamiento de la infancia requiere un ambiente amoroso, de escucha no enjuiciadora, de vínculo y de empatía.

El currículum que se genera en la acción

Aquello que aprendemos es aquello que se vuelve vivo en cada momento  por una persona o grupo. El currículum es la suma de todas las experiencias vividas con intensidad e implicación y que se relacionan directamente con nuestros intereses y necesidades de crecimiento.

Los ambientes preparados

El desarrollo y aprendizaje no es un proceso lineal y colectivo, sino que sigue un ritmo interno e individual. Respetar los procesos individuales significa disponer de ambientes, materiales y condiciones para que cada niño y niña construya sus aprendizajes.

Juego libre

Los niños y niñas tienen una profunda necesidad de jugar. Durante los primeros años de vida aprenden a través del placer de tocar, sentir, estrujar, tomar o dejar caer objetos. El juego libre desarrolla su creatividad y autonomía, les permite conocerse a sí mismos y relacionarse con los demás. Los adultos observan su actividad y median los conflictos en la medida que sea necesario, siempre permitiendo que las niñas y los niños se equivoquen y prueben de nuevo.

Documentación

Nuestro trabajo educativo tiene como eje el proceso de documentación. El centro de la documentación es la Pedagogía de la Escucha. Este proceso se lleva a cabo observanso, registrando, analizando, interpretando y documentando los procesos pedagógicos ocurridos en el Jardín para luego diseñar proyecciones que contengan propuestas de aprendizaje coherentes a lo observado. 

La documentación permite tanto a niñas, niños, educadores, familias y visitantes hacer consciente los procesos de aprendizaje durante el juego libre, las experiencias de aprendizaje y los proyectos. También posibilita al equipo pedagógico reflexionar y evaluar entorno a los procesos individuales y grupales en las salas, la estructuración del espacio y las relaciones dentro de la comunidad Küpülwe.